EL RAMA
Miguel Antonio Urbina Velásquez, de 23 años, murió en su propia casa y en su propia cama, a manos de Marvin Antonio Martínez Pérez, de 20 años, quien “reeditó” al Caín de las escrituras bíblicas, cuando propinó a su hermano un balazo en la tetilla izquierda con un arma casera que no se sabe si era de la víctima o del victimario.
Los hechos ocurrieron en la comarca Tutuwacá, al noroeste de El Rama en horas de la noche, cuando Urbina dormía en su cama y no volvió a despertar.
Este hecho ha conmovido a los habitantes de esta comunidad, porque consideran que Miguel era un joven tranquilo, que no tenía problemas con nadie, y lo más sorprendente es que quien lo mató fue su propio hermano de crianza, porque los padres de Miguel adoptaron a Marvin Antonio desde tiernito.
Fría confesión
La Policía Nacional y el médico forense se hicieron presentes hasta el lugar de los hechos y capturaron al sospechoso, quien confesó que asesinó a su hermano “ porque lo arrechó”.
Según los familiares de la víctima, éste había salido de su casa y lo había dejado cuidando, pero cuando regresó no lo encontró, se molestó y le llamó fuertemente la atención.
“Por lo que me dijo, me arreché, y esperé que se durmiera, agarre la pistola y le pegué un balzo en el pecho”, confesó el autor del crimen.
Ahora, el criminal se encuentra tras los barrotes de hierro de las celdas preventivas de la Policía Nacional, y será puesto a la orden Del Ministerio Público para que responda ante un juez por lo que hizo.