
Fragmento de
“La alegría y el duelo”
Paolo Ruffilli
(Italia, 1949)
Como callar y de paso
fingir que no se
ve la herida,
temer sólo
que se termine...
dejados ir
y condenados
a la deriva.
Remitido y vencido
el miedo fuerte
de la sepultura,
el espectro de la fosa
donde el yo no viva,
mirar a la cara
y no considerar ya
una amenaza
o una vergüenza
la cuchilla
que corta el hilo.
Para reconciliarse
con los ciclos inmutables
y readaptarse
a la propia suerte.
Porque el luto
llama la vida,
no otra muerte.
Traducción de José Luis Reina Palazon