I;
;
Si son sesenta y dos los ya cumplidos;
el largo caminar tal vez depara;
el profundo misterio que dejara;
la dicha y los dolores esculpidos.;
;
II;
;
He sentido en mi piel y en mi conciencia;
que el polvo y lodazales del camino;
marcaron para siempre mi destino;
en la lluvia, en el sol y en la inclemencia.;
;
III;
;
Me recorro hasta el fondo de mí mismo;
y descubro que el fuego que me quema;
hace mi alma creyente no blasfema;
aún sintiéndome al borde del abismo.;
;
IV;
;
Imposible vivir de otra manera;
todo barro yo soy por ti formado;
sin tu soplo me hubiese desformado;
y en ti siempre viviré aunque me muera.;
;
V;
;
Tú me diste Seńor tantos regalos;
familia que querer y que me quisiera;
por esto este cumpleańos yo quisiera;
juntar los actos buenos no los malos.;
;
VI;
;
Yo siento en mi interior un fuego extrańo;
un inmenso amor que me recorre;
y no es más que en la vida que uno corre;
se acostumbra cada ańo cumplir ańo.;
;
VII;
;
Cierto que soy un ańo ya más viejo;
más tengo el corazón joven y tierno;
los vientos del verano y del invierno;
me dicen que yo sigo siendo el viejo.;
;
I;
;
Si son treinta y nueve ańos convividos;
con los altibajos propios de la vida;
la realidad impone que a Dios pida;
nos permita vivir por siempre unidos.;
;
II;
;
Te recuerdo mujer, casi una nińa;
cuando en mi corazón yo te hice un nido;
y es por eso que a Dios hoy le pido;
que por siempre te ame y no te rińa.;
;
III;
;
Nuestro amor fue de ríos y montańas;
y de horas a caballo y de fatiga;
más que justo es ahora que te diga.;
;
IV;
;
Que los frutos que dieron tus entrańas;
invitan que el amor siempre nos siga;
y que mi Dios a todos nos bendiga.;
;
No es lo mismo estar ya;
viviendo los sesenta;
resentido, amargado;
solitario o tristemente;
envanecido;
que sentir que la vida,;
se prolonga más allá;
de uno mismo,;
ramas renovadas;
del viejo tronco;
con raíces profundas;
abriéndose al amor;
y asomado a uno mismo;
conociendo el fondo;
y trasfondo de la vida;
es mayor el realismo;
y uno espera todo o nada;
ha valido la pena;
caminar estos ańos;
y sigue siendo el camino;
como un río sediento;
y hay que saber recorrerlo;
con renovada esperanza;
con la misma fe campesina;
que a Dios nos acerca.;
;
Este parque sin lágrimas,;
los ladrillos;
tienen la voz seca;
pasan vestidos;
con gritos de novios;
y la mala palabra del viento;
le ha quitado las uńas al silencio.;
;
Hoy soy alegre;
vivo y respiro de otro modo;
hay gaviotas blancas de viajes;
quedando todo entero;
hablamos del muro;
y tímida mi alma;
sonrío ante la esperanza;
había brisa en todo,;
aguardaban esa hora;
los pájaros sin nido;
los que tristes cambian;
de vestidos;
entendí lo que pensabas;
sencillo el beso de lo cierto;
la ventana de Dios ante tu frente.;
;
Este tren no me deja escribir;
tiene la mentira escondida;
en los pies;
no tiene alma,;
no tiene corazón,;
es inmejorablemente estúpido;
y caminaba bajo tierra;
porque tiene vergüenza;
cuando las mazamorras;
renazcan ante un líder;
allí estará su muerte;
y yo camino sobre su barriga;
y espinazo y me río;
de su ombligo feo;
pobre tren te dejó en paz;
tú no tienes la culpa;
la culpa es de la culpa.;
;
Hablamos de poesía;
tú y yo;
y te dije son tristes;
y me duelen;
los pájaros;
no sé si comprendiste;
yo vi que tu pregunta;
de pie;
dobló la frente;
son tristes;
te repito.;
;
Cuando empecé a amarte;
no tenía reloj;
respiraba las tardes;
y te amaba sin voz.;
;
El reloj de la iglesia;
llegaba hasta mi casa;
me llamaba en la calle.;
No tenía reloj;
y te amaba;
sobre el tiempo;
en mi pueblo pequeńo;
mi amor buscaba espacios.;
;
Desnudando palabras;
yo golpeaba sin ruido;
y reía y te amaba,;
yo llegaba a tu casa;
y comía paletas;
ensuciaba los ceniceros.;
Te enseńaba mis poemas;
pero no te decía mi amor.;
;
Se oxigenan felices los pulmones;
un aire en neblinado se respira;
aquí sintiendo la paz nunca la ira;
fortalezco mis venas y tendones;
te pregunto montańa tan querida;
si el silencio y tu música termina;
cuando el hombre extasiado te camina;
y el machete o el hacha te asesina.;
;
Me gusta contemplarte y recorrerte;
sentir que tu verdor y tu perfume;
metiéndose en mi sangre no se espume;
y empiece yo por fin a conocerte.;
;
Yo vengo a sembrar vida y no la muerte;
aprenderé el lenguaje de tu fronda;
para evitar el fuego te haré ronda;
pues mi vida está ligada con tu suerte,;
de lejos quiero siempre verte altiva,;
produciendo el oxígeno y la vida;
en las horas pesadas del invierno;
te sacuden los fuertes aguaceros;
y del cielo se ausentan los luceros;
dejándonos un ruido suave y tierno;
a donde voy están los lodazales;
y todo está cubierto de neblina;
se siente el fuego grato en la cocina;
para entrar a los fríos cafetales;
amanece y me siento amanecido;
quisiera eternizarme en la montańa;
y construir en su seno una cabańa;
que sea mi refugio preferido.;