El efecto avestruz y la revolución de Ortega
Opinión
Gobernar un país es una responsabilidad, sin duda, enorme. Sin embargo, bien gobernar un país y además hacerlo de manera revolucionaria es más que meritorio y debería elevarse a la dignidad de proeza. El arte de gobernar es, en suma, la búsqueda del bien común a través de la formulación de políticas públicas eficaces y eficientes. El mandatario electo y todos sus funcionarios deben encargarse de armonizar los principios básicos de gestión pública a saber: coherencia político económica, políticas fiscales justas e inclusivas así como políticas sociales balanceadas y articuladas de manera que confluyan dentro de las mismas los mejores ...