Daniel Ortega no convence
Opinión
Esa interrogante, en mí, ha permanecido desde 1996 cuando Daniel perdió las elecciones compitiendo con Arnoldo Alemán, un personaje evidentemente somocista, corrupto, antítesis del programa social, económico, político, del Frente Sandinista que se basó en las aspiraciones de la mayoría empobrecida y oprimida del país. Temo sesgarme por mi antipatía hacia Ortega nacida, desde 1981, cuando conocí su actitud autoritaria en La Voz de Nicaragua, durante una asamblea con trabajadores donde yo era un novel periodista. También he reflexionado sobre otra posible razón por la cual no me agrada Ortega, y es mi lectura del escrito de Carlos Fonseca: “Algunos ...