La suerte estaba echada

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Después de haber estado algún tiempo conviviendo con los militares antisomocistas, el doctor Clemente Guido dice que “antes de regresar el 20 de mayo a Nicaragua, Augusto Miranda Montes y el comandante Julio Alonso Leclaire, me habían pedido que les hiciera una comisión dividida en dos partes: la primera, que me entrevistara con un señor llamado Cornelio Silva Argüello, en la Pensión Toruño (Managua), y le entregara una revista Selecciones, como contraseña. Luego, debería, simplemente, ordenarle, de parte de los exiliados antes mencionados, que suspendiera toda actividad sobre los planes que se llevaban a cabo, pues se estaban modificando totalmente ...