Acordémonos de quienes ya no recuerdan
Opinión
Pienso, luego existo. Puesto que ya no pienso, no existo. Lapidaria pareciese ser la premisa anterior, más aún sabiendo de su milenaria data o existencia, aunque es tan real y valedera cuando hablamos de seres humanos que conviven a nuestro alrededor, en presencia física, pero ausentes completamente, por habérseles perdido algo tan valioso y necesario como su conciencia y su fe, no sabiendo si ambas son dependientes de ella o ella dependiente de ambas, nos referimos a LA MEMORIA. Tener hambre y no pedir alimentos, sed y no pedir agua, soledad y no pedir un abrazo. ¿Podrá alguien acaso vivir ...