La salud no se vende
Opinión
Del mismo modo en que los intereses de las empresas petroleras dificultan la investigación en energías renovables, los de la industria farmacéutica hacen imposible la salud para todos. Brasil se ha convertido en modelo en la lucha por medicamentos más baratos. El Gobierno brasileño desafió la presión del sector farmacéutico al suspender la patente de un laboratorio sobre un medicamento antiSida. La inversión de 80 millones de euros en su fabricación se ha reducido ahora a la mitad. El caso de Brasil es una alternativa a la farmacocracia impuesta en numerosos países. Por delante de la industria del petróleo y ...