Decir que no
Opinión
Esto ya fue contado muchas veces, pero tiene un tono de heroicidad cotidiana que le da carácter permanente. La repetición, al fin y al cabo, es el privilegio de la inmortalidad y es por eso que se trata de una historia que merece ser repetida una y otra vez. Todo empezó el jueves 1º de diciembre de 1955, en Montgomery, Alabama, Estados Unidos. Rosa Parks, una costurera negra, subió a un ómnibus de línea y se sentó en la quinta fila, la primera que los negros podían ocupar, junto a otros tres negros. Tres paradas después subieron algunos blancos, que ...